La película Quest for Fire, de Jean-Jacques Annaud, maneja la intimidante y misteriosa cuestión de cómo habrá sido la vida para los primeros seres humanos que se organizaron en sociedad, hace miles de años. Los seres que vemos retratados en este filme se no se asemejan en mucho a lo que conocemos como humanidad y cultura, y es un shock involucrarse emocionalmente con ellos al grado que lo hacemos. Es impresionante también la película por la atención a los detalles que se le ha dado a cada aspecto de la recreación, desde las vestimentas, a los hogares, o cuevas que habitaban, al lenguaje, el cual consiste principalmente de gruñidos: gruñidos construidos, sin embargo, al grado de formar un lenguaje original, creado por el reconocido autor y lingüista, Anthony Burgess (La Naranja Mecánica). Además, los movimientos de los actores, los cuales aproximan lo simiano, fueron coreografeados por Desmond Morris, de The Naked Ape. El producto de todo este esfuerzo impacta y seduce.
Un aspecto central de la trama es la lucha por la vida que implicaba cada día durante la prehistoria, la cual reduce a los protagonistas al nivel de animales, ya que la batalla por la supervivencia se reanudaba día con día. Las amenazas eran muchas: tribus enemigas, el espeluznante frío, el hambre, la sed, los animales de caza que seguían a las indefensas comunidades, bandadas de simios, ahogarse, romperse un hueso, pelear por una mujer…en fin, casi cada segundo del estar despierto significaba mantener un estado de alerta y de peligro. El talismán, el símbolo de poder, y la salvación y la vida en este mundo amenazador es, en Quest for Fire, el fuego. Siendo aún demasiado inocentes como para conocer la manera de crear el fuego, los primeros humanos lo veneraban y lo resguardaban celosamente. Sólo el fuego podía proporcionarles del calor que necesitaban para mantenerse vivos, y protegerlos contra las amenazas constantes que encaraban. Además, según antropólogos y biólogos, el inicio de la comida cocida al fuego fue el verdadero inicio de la civilización, ya que la carne cocida permite mucha mejor digestión y absorción de la proteína, incrementando la capacidad cerebral del ser humano exponencialmente.
Es interesante y loable esta obra de Annaud por el realismo absoluto que se percibe en cada toma –aunque en verdad no tenemos certezas sobre cómo era la vida entonces—y sobre la calidad artística de las tomas, la actuación y la caracterización de los animales y la vegetación de esa época. Aunque tiene errores de tiempo en cuanto a los animales y al grado de civilización que se maneja en la película, la impresión total es de un realismo contundente. Quest for Fire tiene además momentos cómicos que nunca caen en la farsa, como la mayoría de películas que tratan con la prehistoria. La música es un poco excesiva, a mi gusto, pero hasta ahora es casi mi única objeción a la obra. Los actores son buenísimos, y la cinematografía también. El guión está lleno de suspenso y la ambientación es lo mejor de todo. Es un verdadero logro artístico, a mi consideración. Y logra que me involucre mucho más con lo que estamos estudiando.
--Lena Graffman
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