diciembre 09, 2010

Política, leyes y clases sociales


El dios era el verdadero soberano, Assur. El rey era su administrador.
Era el deber del rey ampliar los dominios y expander el culto a Assur.
La unidad del imperio recaía sobre el monarca, cuyos poderes eran ilimitados.
Abundad representaciones del león y de la caza del león, lo cual tenía un significado ritualístico. El rey era las fuerzas del bien y el león representaba las fuerzas del mal.
El rey establecía así relaciones personales con sus súbditos.
Hasta un problema con la sucesión de la monarquía; primero se transfería al hijo primogénito y después se modificó para que un elegido subiera al trono y se entrenara en la “Casa de la Sucesión”.
En el harén vivía la reina madre, la esposa o esposas legítimas y las llamadas “mujeres del rey”.
El clero gozaba de gran prestigio y procedía de las clases de la nobleza.
En el gobierno y en las clases altas, todo dependía del favor del rey.
La capital del imperio contenía al gobierno, y para las demás provincias se designaban gobernadores que cobraban impuestos y mantenían el orden. Se les daban a los gobernadores tropas y dinero administrativo.
Los tributos se establecían dependiendo del caso.
Los funcionarios del rey eran muchos y administraban los territorios. La orden real que recibían era la “abat sharni”. No eran cargos hereditarios.
Durante el reinado de Salmanasar V se designaron los cargos de dignatarios y militares: General, o jefe de protocolo. Heraldo del palacio, encargado de publicar los decretos reales. Copero mayor, o intendente del patrimonio real. Y gobernador de la capital del imperio, a la cual estaban subordinados los gobernadores de las provincias.
Los asirios se volvieron feroces guerreros a causa de la subyugación y el acoso constante que sufrían por parte de otros pueblos, especialmente por parte de los arameos. Se volvieron una hábil maquinaria militar, con un ejército numeroso de arqueros, caballería, honderos e ingenieros. Sin embargo, siempre evitaban las confrontaciones en campo abierto.
Eran clementes con aquellos pueblos que se rendían y pagaban tributos, pero eran despiadados con los pueblos rebeldes, principalmente con sus líderes.
El ejército creció hasta llegar a ser muy numeroso y hábil para la guerra. Era un ejército muy motivado, muy religioso y nacionalista.
El rey Sargón II se encargó de crear un ejército real permanente compuesto de “hupsi”, o tropas mercenarias, esclavos y  hombres de la población. Sin embargo los altos mandos y unidades especiales eran totalmente asirios.
La milicia contaba con infantería pesada y ligera, zarpadores, caballería y carros. Cada carro llevaba cuatro hombres: un conductor, un arquero y dos portadores de escudos, los cuales jalaban varios caballos. Esto se ve ilustrado en los relieves de Assurnarsipal II. Sin embargo, este sistema de carros fue modificado por su incomodidad.
Fueron buenos espías, y sus técnicas eran desmoralizantes para el enemigo. Gradualmente todas las demás poblaciones del Medio Oriente se unieron contra ellos. Por lo cual, los pueblos colindantes lograron que Assur se convirtiera en una ciudad vulnerable a los asaltos de los medos y sus aliados.
La población era “nishe” (gente), “napashati” (individuos) o “sabe” tropas. Los esclavos eran “urdu” y se dividía a la población en las categorías de libres y esclavos. Patricios, o “mar banuti”, eran la clase noble y los altos funcionarios, junto con los magistrados y altos militares. Los artesanos eran “ummane” y eran también comerciantes y funcionarios de rango inferior. El proletariado era “khubdi” y consistía en la mayoría de la población, la cual tenía pocos recursos y bienes. Eran la base del ejército. Los esclavos eran inferiores y llevaban la cabeza rapada y los lóbulos perforados. Muchos de ellos pertenecían al rey o al templo. Eran ganancias de las guerras del imperio y se podían vender, aunque tenían personalidad jurídica. Pocos podían conseguir su libertad porque eran muy caros.

Los asirios eran en su mayoría agricultores y pastores que vivían en la pobreza. La influencia asirio-babilónica los llevó a refinar su cultura.
La tierra se medía en “imeru”, unidades de carga de semillas que un asno era capaz de transportar. Un “imeru” era una extensión de tierra sembrada con esta carga. Practicaban una cultura similar al de muchas regiones mediterráneas.
El trigo era el cultivo principal, pero también tenían cebada, frutos secos, y otros granos. Se practicaba el cultivo de hortalizas, y la ganadería también fue muy importante.
Las familias campesinas tenían en general 5 miembros. Sólo la quinta parte constituían familias de campesinos libres.
Conocían las particularidades de las huellas digitales y las usaban para fines determinados.
El comercio estaba basado en artículos de lujo y se basaba en intermediarios que solían ser arameos. Incluía el oro, la plata, el marfil, las piedras preciosas, y los materiales para fabricar la artillería. Los encargados de comprar y vender los artículos eran  los “tamkaru”. Las caravanas generalmente se dirigían a los palacios, y a veces viajaban por vías fluviales o martítimas, o cruzaban desiertos y montañas.

Muchos comerciantes asirios se establecieron en tierras lejanas, de las cuales destaca la colonia de Kanish.
Los banqueros les prestaban dinero a los comerciantes y estos tenían que pagarlo al doble de interés.
La legislación asiria tenía poco que ver con la babilónica.
Merecen citarse las compilaciones de Nuzi, del siglo XV a.C. y de Tiglapileser I del siglo XI a.C.
Existían leyes relativas a los actos comerciales, contractuales y la propiedad de bienes inmuebles y muebles, animales y esclavos.
Las mujeres no podían dedicarse al comercio ni decidir con quién casarse. Debía cubrirse el rostro con un velo una vez casada. El marido la podía abandonar sin indemnización alguna.
Los babilponicos no eran una masa homogénea ya que había una fuerte estratificación social. 
Habían numerosos esclavos que no se diferenciaban mucho en el estátus que tenían que los asirios.
El templo constituía el centro de la actividad socio-económica.
A partir del reinado de Nabucodonosor, la organización militar babilónica se hizo similar a la asiria y sus métodos tácticos eran intimidatorios. Desollaban vivas a sus víctimas.
Nabucodonosor se dio cuenta de la importancia del Éufrates como factor de expansión política y comercial y lo utilizó al máximo para estos fines. Hizo que se creara un canal de aprovisionamiento.
A diferencia del pueblo asirio, el babilonio nunca fue belicoso.
Nabucodonosor recurría al empleo de tropas mercenarias. 
Una gran parte de la población quedaba absorbida por actividades religiosas.
En los diferentes códigos de leyes se contienen disposiciones que permiten conocer bien el problema de la esclavitud en Babilonia.
Se accedía a la servidumbre en calidad de prisionero de guerra, por la compra, por autoventa o por no pagar alguna deuda.
El esclavo tiene personalidad jurídica y se le permite la posesión de bienes propios.
Acabó cayendo en desuso la autoventa, aunque la gente rica tenía entre tres a cinco esclavos, y más en los templos y palacios.
La base de la vida económica era la agricultura. Los impuestos se seguían pagando en especie. 
En Babilonia el terreno aluvial era muy fértil y apto para el cultivo de cereales. Se hacían tambien licores y fibras textiles de estos granos.
Nabucodonosor hizo de Babilonia un centro internacional para cualquier base de actividad, comercial intelectual o religiosa.
La gran extensión del comercio está atestiguada por abundantes textos y vestigios de la época. 
Las enbarcaciones sumerias sirvieron de modelo para las asirio-babilónicas. 
Aparecieron entones en Asia Menor los primeros puertos de tránsito.
El tráfico fluvial siguió teniendo más interés que en las anteriores etapas; se utilizaron barcos de menor tamaño y en especial las "kufas". En Babilonia existieron varias casas de banca
Pese a la severidad de la ley, los deudores no estaban del todo desamparados.
Los vínculos matrimoniales podían disolverse en muy pocos casos.


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