octubre 24, 2010

Los orígenes: El alba de la civilización

Hace unos 20,000 años la Tierra empezó a experimentar cambios climáticos fuertísimos. Esto fue duro para los asentamientos humanos, y no todos sobrevivieron. Hacia los 10,000 a.C. surgieron triunfales ciertos pueblos, que ya habían domesticado gran variedad de animales, desde la oveja hasta perro. El hombre dejó de ser un ser nómada, para crear asentamientos fijos y dedicarse a la agricultura, y se empiezó a diversificar el tiempo en la creación de artesanías y otros componentes de civilización. Surgió entonces una suerte de individuación en los poblados, factor importante para poder hablar de una civilización.

Las primeras civilizaciones aparecieron en Egipto y en Mesopotamia hacia el cuarto milenio a.C. Dichas civilizaciones surgieron a la orilla de ríos y sus deltas y se estructuraron en avanzados patrones político-sociales. Los asentamientos surgieron a las orillas del río Nilo, y a lo largo del Creciente fértil, entre los ríos mesopotámicos el Tigris y el Éufrates. También fueron partidas las civilizaciones por el río Halys. Mesopotamia significa “país entre ríos”.

El clima mesopotámico es en su mayoría cálido e inhóspito, con una tierra seca y pobre. Sin embargo, cuenta con el río Éufrates, el río más largo de Asia occidental, con una longitud de 2,720 km. El río Tigris, más al norte, tiene una longitud de 1,849 km. El rio Tigris siempre fungió como importante fuente de irrigación para las civilizaciones colindantes. En el centro de estos ríos se formó una llanura que acogió la cuna de la civilización, Sumer, o Kengir, la cual nutrió sus cultivos por medio de irrigación canalizada de dichos ríos.

Esta región fue definida por sus dos ríos, ya que de otra manera el clima hubiera acabado con cualquier asentamiento humano. Las temperaturas llegan a superar los 50°C, con noches gélidas y fuertes vientos del norte. Gracias a la irrigación que se realizó con los ríos como fuentes, las cuales posibilitaron los asentamientos neolíticos y más adelante las grandes urbes. Surgieron las clases artesanales, los comerciantes y otros trabajadores especializados, además de la clase sacerdotal. Surgieron en este tiempo, alrededor de 4,000 a.C., también los registros civiles, para los cuales fue necesaria la invención de la escritura. De estos inicios surgió toda nuestra civilización.


Periodos fundamentales de la historia mesopotámica:

1) Predominio de la Baja Mesopotamia o Babilonia (desde orígenes hasta segundo milenio a.C.), subdividido en cinco etapas,
a. Primera época sumeria
b. Época acádica
c. Segunda época sumérica
d. Invasión amorita y primer Imperio Babilónico
e. Invasión cassita
2) Predominio de la Mesopotamia Alta (hasta fines del siglo VII a.C.), comprendida por los imperios asirios.
3) Nuevo predominio del Sur (hasta fines del siglo VI a.C.), que consistió en el Segundo Imperio Babilónico, o Caldeo.


De los comienzos sumerios hasta la unificación

A las orillas del río Éufrates se han hallado los indicios más claros de la civilización sumeria. Se especula que los sumerios llegaron a éstas tierras por el mar, y se apoya esta teoría con la existencia de diversas deidades marinas que adoraban los sumerios. Según algunos historiadores, los sumerios no fueron los primeros pobladores de Mesopotamia; esto es evidenciado por los nombres antiguos que tenían los ríos y algunas de sus ciudades, palabras que no eran sumerias y que parecen ser remanentes de una civilización bastante avanzada.
Sin embargo, en el cuarto milenio a.C. los sumerios se hallaban establecidos en Mesopotamia. Practicaban ya la agricultura y la irrigación a gran escala. Así se fertilizaron las secas estepas y se evitaron las catastróficas inundaciones de los ríos, especialmente del Éufrates. Se cree que sus mayores avances, como la metalurgia, el ladrillo y el uso de las cúpulas, existieron desde el principio de la civilización sumeria, por lo que es supuesto que fueron técnicas aprendidas de otros pueblos.
Los sumerios vivían en centros urbanos de diversos tamaños, incluyendo las “ciudades-Estado”, las cuales eran independientes entre sí. Las principales fueron Eridu, Ur, Uruk, Larsa, Lagash, Umma, Nippur y Kish. Fueron gobernadas por “ensi”, o sacerdotes principales. Con el tiempo se desarrollo una rica economía mercantil que incluía el comercio entre todas estas ciudades-Estado.
El desarrollo comercial fue seguido por una fuerte expansión territorial, con el resultado que hacia el 2,700 a.C. las ciudades-Estado habían expandido sus límites al grado de que todas las fronteras de las ciudades se tocaban entre sí, y se diputaban territorios de cultivo y aguas fluviales. Los canales de irrigación que construyeron los sumerios en esa época siguen causando gran admiración. Esto proporcionó a Sumer con un ecosistema muy desarrollado y de gran riqueza. Este ecosistema fue el que se disputaban las ciudades-Estado, que luchaban por los sistemas de control de regadío. Esto a su vez propició que se debilitaran los “ensi”, o reyes sacerdotales, y que se fortalecieran los  “lugal”, o reyes seculares, cuya función primaria fue guerrera.
Los pleitos armados eventualmente se convirtieron en guerras territoriales entre las ciudades-Estado. Hacia el 2,600 a.C. Mesilim, el rey de Kish, logró someter a varias ciudades, incluyendo a Lagash, que se mantuvo subyugada durante un siglo, pero que a su vez subyugaría a la ciudad de Umma. Alrededor del año 2,320 a.C. surgió el príncipe Lugalzagasi, quién logró apoderarse de Ur, Kisk y Uruk, despojándolos de sus dioses y asesinando a los que resistían, logrando finalmente la unificación de todas las ciudades de Summer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario