LOS ORIGENES: EL ALBA DE LA CIVILIZACIÓN
Hace 10 000 años aproximadamente las primeras poblaciones, por lo general en Oriente, se vieron afectadas por los cambios climatológicos que se venían dando desde hacía ya 10 000 años, como los deshielos por ejemplo; esto provocó una selección natural, donde sólo los individuos, así como las especies más aptas sobrevivieron.
Después de estas inevitables transformaciones el hombre tiene que acostumbrarse a lo nuevo, donde ya no sólo se dedican a la caza, sino que ya tienen otras actividades ya establecidas, puesto que las condiciones de ambiente y fauna se prestan para ello. Entre estas destacan la agricultura (salvado, cereales) y la domesticación de animales (cabra, oveja, cerdo, vacuno).
A partir de ello los hombres pueden llamarse ya sedentarios; se establecen en poblados más reglamentados y comienzan a tener actividades (trabajo), surge la vida en sociedad con jerarquías, y por lo tanto, también surgen los conflictos entre poblados y pobladores.
Estas primeras civilizaciones en surgir fueron Egipto (a las orillas del Nilo) y Mesopotamia “región entre ríos” (entre el Éufrates y el Tigris), civilizaciones enfocadas en la fertilidad que les daban los ríos cercanos. Con surgimiento en la misma época existieron civilizaciones también en Oriente.
Anatolia, Palestina, Fenicia y Siria fueron algunas de las civilizaciones que se desarrollaron en el “Creciente Fértil”.
Mesopotamia se encontraba rodeada por los dos ríos antes mencionados (aquí se sitúa Summer), por lo tanto fue muy fértil, pero con un clima seco y caluroso; no contaba con muchos minerales dedicados a la construcción (madera y piedra). El Tigris y Éufrates fueron de gran aprovechamiento: sirvieron como medios de irrigación y para la navegación y comercio con otras culturas; asimismo, esta cultura es la primera en utilizar sistemas de diques y canalizaciones.
A pesar de la fertilidad de esta zona, para los habitantes no fue gran problema, puesto que tenían una gran posibilidad de llevar a cabo las actividades de supervivencia; era fácil encontrar cereales, carne, pescado, aves, etc., y los materiales constructivos que no eran originarios de ahí, los habitantes se encargaban de conseguirlos en otros lugares.
Al crecer la población surgieron las ciudades y con ellas la distribución social de cada una, y así por lo tanto, también los sistemas de gobierno.
La historia de Mesopotamia se puede dividir en tres periodos:
© Baja Mesopotamia o Babilonia
© Mesopotamia Media o Asiria
© Nuevo predominio del Sur
DE LOS COMIENZOS SUMERIOS HASTA LA UNIFICACIÓN
El hecho de que en las antiguas civilizaciones se asocien algunas divinidades a ciertos aspectos naturales puede deberse a su situación geográfica de origen. Por ejemplo, en la Mesopotamia se explicaría por qué sus leyendas tienen como protagonistas a deidades marinas.
Se cree que los sumerios fueron la primera civilización que habitó la región de Mesopotamia, pero algunos historiadores no coinciden con ello. Los sumerios al llegar comenzaron con las labores de agricultura, sistemas de canales para los ríos y sistemas constructivos (cúpula, uso de ladrillo, adobe y metalurgia). Con esta civilización se fueron creando las primeras ciudades-estado, entre las que destacan: Ur, Uruk, Lagash, Larsa, Umma, Nippur y Kish.
Gracias al sistema de canales en ríos y a los propios ríos, ahora los sumerios se pudieron convertir en un pueblo marítimo y dedicado al comercio con otras regiones con las que tenían comunicación.
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