octubre 01, 2010

Reportes de Lectura de Antologia (Fanny Solis)

APROXIMACIONES A LA OBRA DE ARTE
Las obras de arte han cambiado y evolucionado, pero siguen teniendo varias características que las identifican como obra de arte. En la lectura  nos habla de que la obra de arte es una producción humana, que es expresiva, tiene valores simbólicos, utiliza lenguajes expresivos, tiene autenticidad, y una que yo destacaría es la característica de la belleza. Hablamos de la belleza en aspectos diferentes o puntos de vista distintos; sabemos que la belleza es subjetiva, y para algunos lo que es bello para otros no lo es, y eso se aclara cuando vemos las diversas épocas por las que se ha hecho arte y notamos la diferencia entre periodos determinados de tiempo.
La idea del artista también ha evolucionado. Dependiendo del tipo de sociedad y cultura que haya en un determinado lugar, así se verá el arte. En el texto se manejan varios ejemplos que consideran la forma de ver el arte y al artista, desde los que ven esta situación como algo privilegiado, los que lo ven como algo místico y religioso, hasta los que lo ven como algo inútil y muy denigrante. Por ejemplo, en nuestra actualidad en el país lo podemos  observar; de acuerdo a la cultura y educación, y sobre todo a la época temporal que vivimos, las personas podemos o no hacer caso al lado artístico de la sociedad.
Actualmente, el arte ha servido de gran aportación económica. A mí en lo personal, se me hace una grosería que el arte originario de un lugar se venda en precios altísimos en lugares muy alejados del lugar de origen (comercialización extranjera), pero claro que es porque no sabemos apreciar lo que tenemos cerca, el arte que es nuestro y esta a nuestro alrededor, sino que tenemos que ver que compramos para que sea diferente a lo que debería de darnos gusto de reconocer y de presumir. No le hemos dado el valor suficiente a lo que es “nuestro”, y gracias a ello, sectores económicos han hecho negocio vendiendo obras a precios altísimos.
En cuanto a los museos, son lugares que valen la pena visitar. Ahí podemos tener una mayor aproximación con la obra de arte, y que mejor que sea en el lugar adecuado, donde se les da el uso y mantenimiento preferente para las necesidades. Existen dos clases de museos, los públicos que son de gran ventaja, puesto que todas las personas podemos acceder a ellos, y los dedicados más en particular a alguna personalidad. También los podemos clasificar de acuerdo a si son documentales o de arte.
La tecnología tiene como ventaja que podemos ver obras de arte desde el lugar en el que estemos. En lo personal, es una buena manera de aprovechar los avances de la ciencia, aunque también creo que les resta un poco de importancia el solo ver arte a través de la televisión, por ejemplo. Por eso, mientras tengamos la posibilidad de ver las cosas con nuestros propios ojos hay que hacerlo, no dejar que otros nos lo cuenten, así tendremos una visión y una percepción más clara y personal.
EL CONCEPTO DE LA OBRA DE ARTE
La historia del arte tiene muchos caminos que nos llevan a comprenderla a través del tiempo y el espacio. Para que un historiador de arte pueda comprender la historia del arte tiene que comprender también otras ramas humanísticas, aunque creo que en general debe ser un conocedor de muchas otras cosas que no precisamente están  relacionadas con el arte.
Debemos conocer cuestiones antropológicas para entender los distintos movimientos en los que se ha envuelto el hombre a través de los años para comprender lo que en algún momento determinado se exprese con el arte. Las distintas épocas marcan y son el reflejo del a sociedad del tiempo en que ocurren las cosas.
La historia del arte se fundamenta precisamente en eso, en la “historia”, como lo escribe J. Fernández Arenas: Es un sistema de conocimiento ordenado de cómo en cada lugar y en cada momento ciertas formas que llamamos arte han sido producidas (reconocidas o no) por sus coetáneos y conservadas (o destruidas) como documentos de una cultura.
Actualmente la obra de arte tiene condiciones de producción, circulación y consumo. Pero un historiador de arte debe tener en cuenta que como profesionista debe de salvar las obras de arte, elevarlas y difundirlas, debe ir más allá para tratar de dar a entender la importancia que tiene el arte, y el valor que se le ha restado.
EL ARTE EN EL PALEOLITICO Y NEOLITICO
La vida de la prehistoria se divide en tres grandes periodos: paleolítico, mesolítico y neolítico. Cada uno lleva el nombre de acuerdo a hechos que sucedieron y que marcaron una cierta época, y además cada periodo se encuentra también subdividido.
En el desarrollo de la vida en el paleolítico, que es la forma más primitiva, debieron influir varios aspectos. El clima, la vegetación, la fauna, su comida tan restringida hasta cierto modo, por ejemplo, fueron los más importantes factores determinantes en un principio. Aunque después ya más desarrollados fueron apareciendo conceptos como la magia y la religión.
El arte de las pinturas se considera místico puesto que los hombres pintaban y al ver el animal reflejado en la pared, creían que tenían su alma, y por lo tanto, iban a salir y lo cazarían sin ningún problema. Por eso se explica el hecho de que a los animales los pintaban tal cual como quisieran encontrarlos para facilitarse su trabajo. En cuanto a las figuras humanas, ellos dibujaban más bien figuras femeninas, todo con relación en la fertilidad. Pintaban en las zonas profundas de las cuevas, aunque ellos vivían en las entradas, por lo tanto también se podría creer que esto fue algo ritual, o que no tenían la intención de que fueran observadas las obras de arte.
En el mesolítico cambian las representaciones. Ahora su protagonista no es el animal, sino que se vuelve más humano y ahora le preocupa el hecho de captar al hombre. Ahora los hombres ya no viven tan condicionados con el clima, y por lo tanto se desenvuelven con mayor facilidad; ahora vive también en lugares al aire libre y no sólo en cuevas. El arte ahora sí lo hace con la intención de ser contemplado. Empieza a dibujar en las partes visibles, con colores y con cierto sentido crítico. Las mujeres siguen con la gran importancia de la fertilidad pero ahora aparecen también figuras de hombres.
En el neolítico se podría decir que se da una revolución de todo. Comienzan a desaparecer especies debido a las condiciones climáticas que se van sucediendo. Se puede decir que se comienza una vida más civilizada. Comienzan a surgir culturas. Comienza el desarrollo de actividades de subsistencia pero en forma, como la domesticación de los animales, la agricultura, la ganadería, la arquitectura, y por supuesto el arte cambia y se transforma, así como sus ritos y sus formas de pensar.
Los hombres se vuelven sedentarios y ahora buscan dejar su huella plasmada de alguna forma. Más adelante, cuando se forman las primeras sociedades se da la división del trabajo, las clases sociales, la caza-recolección como actividad, el pensamiento sobre las nuevas religiones surgidas, que ahora, a diferencia del paleolítico, ya están conformadas por elementos sobrenaturales más sólidos; aquí se deja el paso abierto para todas las culturas que estudiaremos y también empieza otro aspecto fundamental que, hasta la actualidad, no ha dejado de existir y siempre prevalece en las sociedades por la sed que tienen de control y de superioridad ante los demás: la guerra.
EL ARTE PREHISTORICO EN EUROPA
La concepción que tenemos de prehistoria en realidad se basa en épocas relativamente cercanas a la actualidad. Antes de tener lo que ahora conocemos o las fuentes que nos remontan a esas épocas, los hombres también existieron pero no se sabe realmente cómo fue su vida, puesto que no se tienen pruebas.
En Europa es donde se tienen rastros de vestigios de los primeros hombres, los cuales datan del primer periodo interglaciar (de cuatro totales) y se trata de una mandíbula humana. Gracias a testimonios así, nos podemos dar cuenta de la vida que llevaron los hombres de aquellos días. Hubo periodos de los que no se tienen ninguna huella, pero mientras se acerca a la actualidad se van obteniendo más rastros. Por ejemplo, en el periodo auriñaciense, en Europa Occidental aparece el arte de las pinturas y grabado en hueso o cantos rodados, aunque en estos periodos sólo se encuentran datos muy escasos.
Los seres humanos soportaron enfriamientos en varias ocasiones. Esto trajo como consecuencia, entre otras cosas, la supervivencia sólo de ciertas especies, y por lo tanto la supervivencia y la aceptación a las nuevas formas de vida a las que el ser humano se tuvo que acostumbrar. Por lo tanto se puede decir que el hombre se hizo más crítico y comenzó a hacer nuevas formas expresivas de arte. Todo lo que aconteció en las pinturas y arte en general, se debió a las cada vez más completas evoluciones del hombre.
Los hombres conforme más acoplados fueron revolucionándose también ellos mismos en todos los aspectos. Comenzó la sedentarización en algunos lugares y las cosas se acoplaron a las nuevas formas de vida.  Se comenzaron a concentrar en las cuevas y asimismo empezaron a pintar en cuevas de la zona franco-cantábrica.
El lugar más recurrido para encontrar el arte prehistórico se ha desarrollado en Europa. El arte del paleolítico, mesolítico y neolítico ha tenido un gran auge en ese continente y por lo tanto a partir de ahí se pueden estudiar culturas completas y comprenderlas hasta cierto punto.
EL ARTE EGIPCIO
La civilización egipcia, desarrollada en la orilla del Río Nilo (como todas las civilizaciones, desarrolladas a las orillas de los lugares fértiles) se originó en el 32000 a. C. Los egipcios tuvieron grandes aportaciones artísticas desde el comienzo de su desarrollo como civilización. Comenzaron con vasos de piedras duras, y así fueron surgiendo nuevas formas y desarrollos más evolucionados en cuanto a todo lo que les rodeaba.
Egipto fue sin duda una cultura muy religiosa. Todo su arte, ya sea arquitectura, escultura, pintura, refleja su pasión por la religión.
En la arquitectura se tomaron gran tiempo para construir pirámides, mastabas, que a final de cuestas fueron para el servicio de sus dioses o de sus gobernantes, que en este caso, representaban un Dios en la Tierra. Las tumbas estaban realzadas de formas perfectas, puesto que eran de vital importancia; ellos daban mayor valor a la vida después de la muerte, por lo tanto, debían de tener un “seguro” de que les iría mejor en su muerte y lo aseguraban con construcciones majestuosas. Los templos no fueron su mayor preocupación.
En la pintura, se dejaron sentir los relieves y la importancia de que el arte se hacía como algo más pensado y más propio.
El monarca Amenofis IV fue un gran promotor del talento artístico durante su periodo de gobierno, creando una escuela y dándole un cierto valor de importancia a las artes.

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