La lectura nos lleva a un recorrido por el desarrollo del hombre desde la prehistoria pasando por dos importantes etapas: el paleolítico y el neolítico, examinando su arte moviliar y parietal, dicha investigación se realiza en Francia a mediados del siglo XIX.
El arte en el Paleolítico: (época cuaternaria) caracterizada por el hallazgo de huesos de animales y piedras con que fueron trabajados toscamente y de manera muy rudimentaria en dos acontecimientos importantes: las etapas glaciares e interglaciares y divididas en:
Paleolítico inferior- periodos prechelence, chelence, y achelence, con fragmentos de sílex y lascas de hachas de mano muy rudimentarias.
Paleolítico medio- periodo musteriense de los Neanderthal, donde sus técnicas se fueron perfeccionando con hachas con puntas y raspaduras lizas en una cara.
Paleolítico superior-periodos aurinas¡ence (representado con putas de sílice retocadas, de dorso curvilíneo y con escotaduras, raspaduras y burites de saeta con espiga; y pinturas y grabados en hueso, así como plásticas de piedra o marfil de figuras femeninas con marcadas exageraciones en los caracteres sexuales) el solutrense (con retoques en las piedras desprendiendo partículas en toda la superficie) y el magdalence (donde predomino el hueso con ornamentación grabada formando punzones, puñales, arpones, propulsores para lanzar flechas y azagayas y bastones de mano). En este periodo el hombre ya bestia con pieles de animales, ataviaba su cabeza con plumas y se engalanaba con collares, además del descubrimiento de cavernas donde se observan pinturas rupestres de caza, danzas primitivas, caballos, bisontes, jabalíes, y signos sin significados.
Así llegamos a la siguiente etapa del Epipaleolitico- con el periodo azilience (empleando útiles de hueso de menor dimensión como el arpón) y el tardenoisience (con pequeños enceres pétreos).
Y finalmente la etapa Neolítica- empieza a cultivar la tierra utilizando a los animales, a vivir en poblados en cabañas hechas de piedra, y a enterrar cadáveres respetuosamente en grandes piezas arquitectónicas, adquiriendo una evolución en cuanto a la construcción de ellas. Además del uso de la cerámica donde representa el sentido artístico del hombre, y las pinturas se convierten en decoraciones, estilizando la figura humana. Esta etapa está acompañada del Eneolítico donde se representan monumentos megalíticos y perforaciones en “V”, ídolos cilíndricos en piedra y calzado y tejidos, seguido de utensilios de cerámica decorada.
Mariana J Alvarado
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